- Prorrogó el último Sínodo para discutir los temas ya cerrados en la conferencia de obispos, finalizada en octubre.
- Se trata de una “Asamblea Eclesial” en Roma, prevista para octubre de 2028, a la que se oponen los sectores más tradicionalistas de la Iglesia.
Débil y convaleciente, una crucial medida del papa Francisco abre las puertas a una nueva tormenta con sus enemigos
