- El argentino entendió que en Imola, después del golpazo del sábado, debía recuperar la confianza y lo mejor era terminar la carrera sin pensar en puntos.
- Además, comprobó en carne propia las dificultades que tiene Alpine para ser competitivo.
- Aguarda el pack de mejoras, pero también se ilusiona con un buen papel en Montecarlo.
Colapinto y el baño de realidad que tuvo en su vuelta a la Fórmula 1: fortalezas y debilidades del piloto argentino que ya piensa en el Gran Premio de Mónaco
